Monday, January 10, 2011

UNA TAZA DE CAFE EN UN OTOÑO (1)



-Morning!
-Morning, I want bold pick coffee tall.
-Ok

Es temprano de una mañana iluminada de otoño y algo fría para mi  cuerpo.  Después de caminar un poco por la subida de la calle 145th he tenido que detenerme en la esquina con Bradhurst Av., para tomar algo.  En un instante estoy solicitando beber una taza de café.   Estar en un Starbucks me trae recuerdos que me alejan un momento del propósito de visitar unos amigos en Upper Manhattan, como dirían ellos: Washington Heights.     Pienso en alguien especial, en sus sonrisas y tiernos apretones de sus manos suaves en mi cara.    Estar solo y con en ella en mi mente me hace dar giros a mi imaginación.   Comienzo a ver personas allá afuera saliendo de la farmacia, del gimnasio, personas que simplemente caminan conmigo tras la cuesta.   Desde mi asiento acolchado y mi taza de café caliente, veo através del cristal, observo una escalinata que sube y luego gira a mi izquierda dentro de una pequeña parte de un bello y exuberante parque.    Sigo mirando y, a mi derecha….  me doy cuenta que estoy frente al Jackie Robinson Park, estoy en Harlem y no lo recordaba por un momento.  
Pensar en Jackie Robinson es pensar en historia, fue quien marco el hito de convertirse en el primer beisbolista de raza negra, que rompió la barrera de la discriminación racial.    Y, tan pronto comienza el juego de mi mente, me doy cuenta que estoy próximo al glorioso Yankee Stadium, ‘la Catedral del Beisbol’.   Si, esta misma calle 145th hacia abajo solo bastaría cruzar el puente sobre el Harlem River de la misma calle y, me llevaría a lo quedó del estadio original, del 1923.     Recientemente fue  demolido para darle paso a otro con idea de palacio, con su fachada de piedra caliza y muros de granito: ‘El Palacio del Beisbol’, como lo llamaría ahora.
¿Cómo podría olvidarlo, así mismo como un día como estos de otoño del 1964 estuve en  la famosa  ‘casa que construyo Babe Ruth’.     Pero ese día, un domingo de clima muy parecido al día de hoy, estaba  prácticamente corriendo para entrar por su famosa entrada para el inicio de un juego donde los Cleveland Indians visitaban New York.   No olvidare que el “bate gigante Louisville”, esa estructura alta de forma de bate con su cinta alrededor del mango, nuestro punto de encuentro de hoy,  próximo a la entrada principal, no estaba en ese momento.    
Entramos y seguimos corriendo de las manos, por las rampas viejas y oscuras, no había tiempo para comprar nada.  Había llegado con mi acompañante tan aprisa a nuestros asientos, para comenzar a disfrutar de ese partido, que no me preocupé en mirar mucho, hasta estar sentado.   Sí recuerdo que el primer bateador conectó un rodado próximo a la almohadilla de la segunda base, en ese momento me di cuenta que ese no era Bobby Richardson, una de las estrellas de los New York Yankees  sino el  número 42 en uniforme, el numero de Jackie Robinson? ,  Si ¡.  Pero ese es  Pedro González, de San Pedro de Macorís,  quien  recibió el rodado y tiro a primera para el primer out, sacando apretadamente al venezolano Vic Davalillo!  .      Aplaudimos y en ese momento mi mirada gira hacia el frente y el fondo del jardín izquierdo, estaba viendo un numero 48 en la espalda del jugador, y no el 15 del versátil Tom Tresh, como estaba acostumbrado.       Pregunte y un señor de edad avanzada, a mi lado derecho en un español enrarecido mi dijo que era la primera vez que lo veía, es un novato y que no lo conocía.  Hablaba como un experto en estos temas.    Cuando repaso los jugadores a la defensiva de los Yankees me doy cuenta que no hay uno solo de los jugadores titulares del equipo.  
 ¿Donde están?   No juegan?  ¡Estamos en la época de ‘The Mick’ Mickey Mantle y Roger Maris ¡
Sin tiempo de  percatarme de lo que sucedía voy recorriendo la mirada…… estoy viendo detrás del  jardín izquierdo, sus tres niveles del gran stand soportado por una serie de columnas metálicas y,  en su tope un detalle en particular.  En ese momento fue que me di cuenta de la belleza de un detalle atractivo: El friso, de color algo oscuro, aparentemente por un tipo de oxidación, se destaca dándole la vuelta a todo el remate del techo de las gradas, desde la izquierda a la derecha.    Después de eso regreso y entiendo que el juego no tiene el valor para la lucha de la primera posición entre los 10 equipos de la Liga Americana.     Al contactar lo que sucedía me detengo y….. Sigo pensando en estos días pasados.    Recuerdo que las dos victorias de ayer sábado y viernes pasado  frente a los Indians, fue lo que me motivo para ir al Stadium ese domingo 4  y,  ¿qué sucede? , me encuentro que  debutante manager Yogi Berra había ‘sentado’ a Mantle, Maris, Richardson, Howard, Boyer, Tresh, Pepitone y Kubek.   
Me sentí algo desilusionado, quería ver jugar a las estrellas, a ‘los bombarderos’, pero debería entender la situación;  nada cambiaría si se perdía ese juego.  En ese momento Chicago WhiteSoxs estaba ya con 8 victorias en línea en el cierre de la temporada pero, la victoria de ayer de los Yankees 8 por 2 había dejado a Chicago a 2 juegos abajo.  El resultado de este juego no cambiaría las cosas, estaríamos en la 5ta Serie Mundial consecutiva, ahora contra los Cardinals St. Louis, después de ser barridos el año pasado por Los Angeles Dodgers & Sandy Koufax. ¿Cómo olvidar sus 15 ponches?
Tome mi tiempo en mirar a mi izquierda, ahí estaba ella, sentada a mi lado, sonriente con su gorra azul de letras blancas y, realmente disfrutaba estar conmigo en el partido.  Trataba de esconder su rostro con la gorra y su abrigo mientras retozaba con su cabellera negra, sonreía y  comencé a pensar en ella, mientras continuaba la acción.   Por un momento mi mente se fue nueva vez al jardín izquierdo.  Estaba mirando a ese joven que no sabía quién era, de unos 24 anos, de corpulencia media, sin mucha altura y apariencia latina.     No importaba.  Pensaba en la ciudad, en los paseos que habíamos  tenido,  como el que tuvimos unos meses atrás a la Feria Mundial de New York en Queens, Flushing Meadows Park;  y , donde tuve la oportunidad de ver el recién inaugurado y coloreado Shea Stadium, de los New York Mets.  
Mientras intentaba retocar mis recuerdos volví de nuevo al juego y en ese momento estaba tratando de ver que había en la mente de ese muchacho jardinero izquierdo.   Pensaba en Jackie,  pero la Jackie de JFK y los sucesos de su partida, hacia menos de un año.     Había cerrado la primera entrada y corrían los jugadores hacia el lado derecho del campo, debajo de nuestra  sección de asientos numero 33; ya venían al bate los ‘mulos del Bronx’.   Tan pronto la acción continua me doy cuenta que el lanzador contrario, un alto y espigado derecho,  es  Luis Tiant, un cubano debutante esa temporada y,  que este mismo verano, en su primer juego de GL  frente a Whitney Ford blanqueó a mi equipo y les poncho 11 bateadores.     Ya tenía 10 victorias y estaba mostrando lo que sería; estaba abanicando –ponchando- el primer bateador.   Rápidamente, dentro de un círculo blanco con dos curvas interiores, vi de nuevo en el legendario uniforme de rayas, el número 48 en la espalda del jugador mientras esperaba su turno al bate, próximo a la ‘cueva’  de los Yankees,  haciendo movimientos de giro con su bate, abanicando la brisa. Había un out.  Después de varios lanzamientos, un rodado a primera para el segundo out.  Estaba sucediendo, estaba viendo ese jugador latino de color y altura media entrando del lado izquierdo de la caja de bateo.    No se veía fuerte y después de varios lanzamientos ya estaba conectando uno adentro para un fuerte rodado al paracorto Howser que manejo limpiamente, para el cierre del primer inning. 
En lo que conversaba sobre lo hermoso del día,  que no tendríamos lluvia,  los Yankees se fueron arriba en el partido, con una carrera en la  2da entrada.   Triturábamos afanosamente con nuestros dedos las cascaras del maní,  cuando ya estábamos en la próxima  entrada, que parecía fácil.   En la  3era entrada la oportunidad para batear fue al lanzador Luis Tiant, con un out, quien sin darnos cuenta conectó un fuerte jonrón por el mismo jardín derecho. Tan rápido fue que solo me percate cuando el número 38 a rayas Johnny Blanchard le dio la espalda y simplemente vio continuar el vuelo de la pelota que cruzaba la verja, que marcaba 296 pies y aterrizaba en las gradas bajas del lado derecho.  Que sorpresa, su primer jonrón en GL y era el último juego de la temporada.  Las acciones están empatadas 1 x 1  y aparentemente  Cleveland se alzara con la victoria con este equipo de 2da.  Categoría.   Bueno no me quejare.   
 Quien estaba en el jardín izquierdo?  JIMENEZ?, no sabemos quién es.  

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