Desde mi temprana edad
estuve mezclado e influenciado por lo que vivíamos a los mediados de los 60s y
los 70s, los tiempos en que en los Estados Unidos se hablaba de guerra y
nosotros teníamos una en el frente del jardín. Una época en que lo único
que teníamos era valorar lo poco que teníamos.
Nuestro mundo no tenía la
magnitud actual y me dedicaba a guardar todo lo que podía con el objetivo de no
perder la memoria de tantas las cosas que disfrutaba. Era mi mundo, un mundo
que hoy resultaría estrecho, tan estrecho como la mentalidad de algunos que no entendían
por que escribir un manual para un manual. Así mismo dedicarse a escribir
los procedimientos de algo que no se interesaba mucha gente: El proceso de anotación
de un juego de beisbol. Así tenia que guardar mis memorias, asi tenia
que dejar para la posterioridad lo que veía, lo que oía tras la interpretación
radial de alguien que narraba un juego de beisbol tras leer líneas de un
teletipo.
Ponerme a pensar atrás, en el teletipo,
algo que recuerdo como una maquina de escribir, que escribía sola, una maquina
receptora que escribia en texto lo que recibía de la otra agencia transmisora.
Así era como se recibía la información de un juego de beisbol.
Recuerdo a Billy Berroa, Osvaldo Cepeda, Tomas Troncoso y Ellis Perez en la
Gran Cadena de la Calidad, Jhonny Naranjo, creo era de ese grupo, de Radio
Universal. Por eso tenia que ser
sensato, tenia que que usar el sentido común al dedicarle tanto tiempo a un
manual para guardar lo que sucedia en esa epoca romántica del beisbol.
En los finales de los 60s, tuve la oportunidad
de conseguir el rollo original de la escritura del teletipo que describia un
juego de nuestro inmortal JUAN MARICHAL, nunca olvidare como doblaba ese
rollo y sujeto con un gancho, guardado como muchos recuerdos que se fueron tras
un incendio a mediados de los 90s, en mi oficina de arquitectura. Ese día perdí parte de mis memorias.
Mis recortes y notas, las fotos de
los periódicos y tantas cosas que podría
almacenar para alguien algún dia. No solo fueron mis memorias del
beisbol, mis libros que formaban una de las bibliotecas más amplia en
arquitectura y fotografía, Las diapositivas
de las fotografías en arquitectura se esfumaron como si nunca habían existido,
bueno por lo menos la amplia colección de postalitas o cartones de jugadores no
se quemaron, SE la robaron de nuestro closet en los tiempos que Reggie Jackson
jugaba todavía con OAKLAND.
Hoy
espero que hayan caído en buenas manos después de pagar un buen dinero por
ellas. Lo incongruente fue dejar tantas
cosas de valor sentimental bajo la supervisión de un insensato vigilante.
En estos días me di cuenta que el acuerdo de
escribir por lo menos un blog por mes ha sido violado, principalmente faltando
en los meses junio, julio y agosto. Los tiempos medios de la temporada
del beisbol grande Por eso volver a escribir en los tiempos que finaliza
la temporada. Asi que haciendo una retrospectiva de lo que he
hecho y me ha impedido cumplir con esa tarea, no solo ha sido trabajo, es dedicar
tiempo en causa perdida y por qué no? Sin un sentido del común.
Es tratar
de doblar mi brazo más que aquel que lanza un ‘screwball’ (tirabuzón) , es
intentar ver el brazo de Carl Hubber con la palma hacia afuera al caminar. Es tratar de consentir o mejor aun,
complacer. No se trata de ajustar un
equipo grande de MLB para un mercado pequeño como Kansas City. Es dejar de hacer lo que quieres, lo que te
gusta para complacer ¡ Es dejar de vivir para tratar de darle tu vida.
Y al mirar atrás ves una perdida total, tan frustrante
como Ossie Guillen y sus glamorosos MIAMI Marlins, que comenzaron con tanto
brillo y fuego que se quemaron rápidamente con su electrica nueva imagen. Tan frustrantes que vuelves a
poner tu vida también en retrospectiva como si fuera una temporada y comienzas
a recordar con quien quieres estar como si fuera tu jugador equipo. Con alguien
con la que terminar la temporada perfecta para completar tu carrera. Es pensar en las expectativas de Bobby
Valentine y los perdedores BOSTON Redsox .
Pero, peor es cuando en tu papel de GM (general manager), tratas de
mantener a tu jugador estrella con tantas acomodaciones y facilidades esperando
la mejoría en su desempeño, es recordar las perennes luchas con un engreído
Hanley Ramirez y su salida a LOS ANGELES Dodgers, sin olvidar que has dejado ir al mejor
jugador, tu estrella que te iluminaba con tal
resplandor como no lo ha hecho nadie.
Esa es una de las incongruencias y sin sentido del supuesto sentido común.
Al final
de cuenta se termina la temporada, te retiras y veras tu vida con otro sentido,
mucho mas comun. Mucho mas al no tener a
quien tenias y dejaste ir por no aplicar la sensatez o el dicho popular del
perro, si del mismísimo huevero. Esa es la incongruencia de tu vida, por eso
NO OLVIDARE mis mejores momentos, esos mismos sucedieron con la mejor compañía y
con quien disfrutaba un simple “Take me out to the ballgame” .
No comments:
Post a Comment