Estar en un ambiente de montaña sobre los 1,200 metros de altura (unos 4 mil pies), bajo el encanto de una neblina y una temperatura entre los 12 º y 14º C, es una cosa. Tener que abandonarlo para venir a Santo Domingo, es otra cosa. Siempre he escuchado decir .. ”Capital es Capital, el resto…… monte y culebra”. Pues bien, tuve que desamparar mi “trabajo” no pagado que hacía para venir a trabajar de verdad, por paga. Un trabajo que se hace por compromiso, aunque para hacerlo más ‘trabajo’ siempre es recibiendo una presión añadida, como adicional por si acaso.
Manejar por “zonas apaches” es una cosa, no hay problema. Un dominicano está preparado para manejar en cualquier lugar del planeta. No hay problema. Pero, aquí comenzamos con lo que vemos de manera rutinaria. Como muchas veces me asocio a lo que respiramos, ya que el slogan dice que los “dominicanos respiramos beisbol”, me puse a pensar en un detalle de las Serie del Caribe. Se refiere a la identificación del equipo Campeón con el nombre de Dominicana. Vaya el orgullo de ser dominicano! Aun con mis reservas de lo que representa la Serie misma: un encuentro de equipos ganadores de las diferentes Ligas de Invierno, no necesariamente una representación de cada país.
Mientras tanto conducir por la Mella con Vicente, para lo que no conocen se trata de la Carretera Mella y la Av San Vicente de Paul, un supuesto centro de importancia en el trazado urbano de Santo Domino Oriental, es otra cosa. Esto es toda una experiencia que me hace reflexionar de si realmente los dominicanos somos así. Si es innato, natural o peor aún : propio del país, o clasificar de endémico. Hablamos de orgullo en el beisbol cuando vemos a nuestro equipo en la Serie del Caribe o en el Clasico Mundial de Beisbol, independientemente de la “tragedia nacional” (WCB en marzo 2009) con la eliminación del equipo. Eso es una cosa. Pero cuando sufrimos los abusos, absurdos, barbaries, atropellos, arrogancia y hasta la manera de ejercer el derecho adquirido de los “padres de familia” o los choferes de guaguas o de “conchos”, en las proximidades de MegaCentro Mall, mi pregunta me lleva a decidir que “Dominicano Soy”, de verdad…?.
No quiero ni por asomo comparar otros países, donde quiera se “cosechan habas” pero, en esa intersección vial prima lo que me hace recordar de que nací en la Republica Dominicana, según mis padres, que mi nacionalidad por supuesto es: dominicano. Pero, de verdad ? , me falta entusiasmo para repetir con orgullo el slogan de una empresa cervecera, en los uniformes de beisbol de las selecciones del país: Dominicano Soy.
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