R
|
La foto de la “reverencia”, ganadora del Premio Pulitzer en 1949, la única ganadora para deporte alguno, retrata una escena en que vemos un desmejorado y encorvado legendario Babe Ruth, dos meses antes de su muerte y su inolvidable número 3 en la espalda de su uniforme rayado de los New York Yankees, el 13 de junio de 1948, como parte del día del retiro por la franquicia de su número, 12 años después de su retiro del campo y como parte de la celebración de los 25 años de la inauguración del Yankee Stadium (1923), el “estadio que -supuestamente- construyo”. Ese detalle, ese número 3 me puso a pensar en números, no en estadísticas sino en los números de los uniformes de los jugadores del beisból grande, una parte del juego en que casi no pensamos.
Aunque recordamos los números de los uniformes de nuestros jugadores favoritos
o jugadores que se han quedado con nosotros en el transcurrir del tiempo, el mismo “Bambino” jugó sus
primeras quince temporadas sin tener un numero en su uniforme que lo
identificara en la lejanía, para los fanáticos en los nuevos parques que
aumentaban de tamaño además para los nuevos
fanáticos que llegaban atraídos por la popularidad que envolvió el juego a partir
de 1920, principalmente por el cambio de la “pelota
muerta” a un beisból vibrante con los jonrones que conectaba el mismo Ruth y la publicidad que giraba al su alrededor ademas de sus actividades fuera del campo de juego.
Existe la falsa creencia entre los fanáticos que los números en los uniformes están
ligados a la voluntad de los jugadores, que siempre existieron desde sus orígenes o simplemente nosotros no
nos ponemos a pensar en ese detalle, un elemento que puede ser de una importancia actual
a la firma de un contrato de la agencia
libre o la decisión misma de la firma por uno o tal equipo. Así que suponer que el número de los
jugadores está ligado a un conjunto de
creencias o tradiciones que pretenden establecer una relación mística con su producción
es una falsa.
Reconozco que han existido jugadores aferrados a un número en su espalda, incluso existe una película: The Fan (el fanatico) dirigida por el recien fallecido Tony Scott con Robert de Niro, donde se retrata la lucha y la idolatría por un numero como elemento de suerte..
Volviendo a Babe Ruth, no podemos dejar de recordar que es el
nombre más sonoro en la historia del béisbol, su camiseta o su jersey usado en
su primera temporada en 1920, sin número por cierto en su espalda, fue comprado por $ 4.4
millones de dólares y el bate con el que conectó el primer jonrón en el estrenado
Yankee Stadium (en 1923), por unos $1.44 millones de dólares. Así
que si ponemos en perspectiva justa el costo de sus memorabilias con el valor de los números en su
uniforme en esos años encontramos los siguientes datos. El bambino recibió “release” o dejado en
libertad por los Yankees en febrero del 1935 y ese mismo día llego a los Bravos
de Boston contratado como vicepresidente y asistente del gerente y dueño del
equipo, y con la promesa de una parte de las ganancias del equipo. Se reportó a
los campos de entrenamiento en St. Petersburg pero en el transcurso de la
temporada se vieron las condiciones para batear y jugar en los jardines, provocando
problemas internos en el equipo hasta el punto que tres lanzadores amenazaron
con no jugar cuando el estuviera en el juego.
Tan pronto se dio la partida de Ruth en 1935 de los Yankees, estos sin darle importancia al numero de su jugador más grande y de todos los tiempos del beisbol, entonces se lo asignaron a otro jardinero, quien lo uso por
7 temporadas y de ahí en adelante ese numero famoso ahora en la historia de los Yankees fue utilizado 10 veces más por otros 6 jugadores,
incluso ese numero 3 estaba en uso en la misma temporada en que celebraron la ceremonia del
retiro de su número en junio del 1948. Lo demuestra que la decisión del retiro
fue sin mucho tiempo de anticipación, posiblemente porque ya el bambino tenía
fecha de muerte, la cual llego dos meses después, fue los que conmovió a unos Yankees que se aferran a la Tradicion, a la Leyenda pero en sus actuaciones han sido pocos delicados con muchos jugadores que son parte de su tradición, de su leyenda.
La enfermedad siguió rápidamente postrándolo hasta su muerte
en junio de 1941, para un jugador estrella que dijo en su momento sobre Ruth:
“Es una sombra enorme. Me da bastante espacio para ensancharme por mi
cuenta”. Ese fue el “Iron Horse”, quien
se ha mantenido a través del tiempo en los primeros lugares en los números ofensivos
de su franquicia e inmortal de béisbol con su exaltación al Salón de la Fama
(HOF) a los pocos meses de su retiro y homenaje histórico.
La historia de los números en la espalda de los jugadores
comienza en 1923, con el equipo de San Luis pero la practica tuvo que ser
abandonada hasta que finalmente al inicio de temporada de 1929 primero los
Indios de Cleveland y al otro día los Yankees de New York, dándole inicio
definitivo a la misma que siguió envolviendo al resto de los (8) equipos por cada liga. El uso de los números comenzó con el criterio
de asignarlo en función del orden al bate, dejando el número 9 no para un
lanzador sino para el receptor sustituto, aunque chequeando esos números
en estos dos equipos, los mismos no llegaron a pasar del 34, de todas maneras
varios de los números anteriores a este último no se utilizaron. Así que olvídese de que esos números fueron
asignados por la personalidad o algo relativo a la individualidad, aunque en
estos tiempos no se sorprenda que se quiera dar explicación a acciones simples
como la identificación de un jugador a cuestiones de supersticiones, apego emoción
o de honor con el retiro de su número.
Con el tiempo el número en la espalda del uniforme es parte
del mismo, aunque hay historias que contar como jugadores que han salido al
terreno de juego, participado sin tener un número en su uniforme, en tiempos
actuales por supuesto. Esa situación se
ha presentado en tres ocasiones. En
septiembre de 1961, Joe Horlen debuto como lanzador de relevo con los WhiteSox
en Minnesota, había sido llamado a último momento para el juego y no habia
camiseta numerada. Otro jugador en una situación similar fue Eric Davis,
debutando con los Cincinnati Reds, entro como bateador emergente en mayo de
1984. La última vez para septiembre de
1999 cuando los Tigres de Detroit presentaron una celebración en el último
partido del Tigers Stadium y el jardinero central Gabe Kapler, en homenaje a Ty
Cobb no presento número, tal como paso con Cobb, ya que en sus tiempos que no existían números.
La celebración de un juego en que ambos equipos no utilizaran
números en sus uniformes, en estos tiempos, fue el caso especial entre Medias
Rojas de Boston y Yankees de New York, como parte de la celebración del 100 aniversario del Fenway Park, en abril de 2012. El asunto es que ambos equipos utilizaron
uniformes retro en homenaje a la fecha conmemorativa y para 1912 los equipos
jugaban sin números en sus uniformes.

De maneras que si analizamos esta práctica de alguna manera es como no tener numero para identificar a los jugadores, podría sentirse como algo confuso o extraño de igualar a todos los jugadores en el campo de juego, lo cual pensamos entonces que el sentido de numerar a los jugadores es una conveniencia no una necesidad, puesto que el juego no se detiene y ya forma parte de la tradición del Robinson Day, los 15 de abril en todos los parques de juego.
.
Desde que vemos números en uniformes,
pensamos en jugadores que han inmortalizado unos números y estos están en
nuestras mentes. Por eso el número 44 de
Hank Aaron, logro verlo conectando sus históricos jonrones, en diferentes
uniformes o época pero siempre lo que prima es el 44 y el apodo “el martillo”. Si seguimos buscando, el número 27 se asocia
al dominicano lanzador Juan Marichal, numero retirado por los Gigantes deSan Francisco en 1983 el año en que entra al Salón de la Fama de Cooperstown, luego otros dominicanos son influenciados como José Rijo, Vladimir Guerrero quien lo uso por 16 temporadas, Placido Polanco (11 veces), es una referencia para el dominicano. Otro ejemplo que trascendió su nacionalidad para ser una figura latinoamericana es Roberto Clemente con su 21 por 18 temporadas hasta su muerte repentina, el mismo de Sammy Sosa, quien llevo el beisból a unos momentos inolvidables quien mostraba orgullosamente su número 21 y a los Cachorros de Chicago a su máxima popularidad. Sin embargo Chicago demostró su descontento con el dominicano con el menosprecio al número de su camiseta. Sin embargo "el Sammy" consiguió su número cuando fue a Baltimore (2005) y a Texas en 2007 para su última temporada.
Si pensamos en otros grandes con el numero 8 tuvimos a Carl
Ripken, el otro Iron Man, quien jugo con
un solo equipo Orioles de Baltimore por 20 temporadas que lo llevaron al Salon
de la Fama en 2007. El otro 8 famoso lo
fue Carl Yastrzemski, quien jugo por 23 temporadas con solo los Medias Rojas de
Boston.
Aunque hoy se habla de orgullo y honor por tener un número en particular, no debemos de mencionar que para 1923, a sugerencia de un periodista de St. Louis, los Cardenales añadieron números en las mangas de sus jugadores. Esta práctica tuvo que abandonarse ya que fueron sometidos a la burla de fanáticos y jugadores contrarios. Ya para mediados de 1930, todas las ligas principales habían adoptado el sistema de números en sus uniformes pero no fue hasta 1937 que finalmente los Atléticos de Filadelfia numeraron sus uniformes para la ruta y como locales. Pocos equipos utilizan el sistema de numerarlos en su frente y para 1952 los Brooklyn Dodgers fueron el primero de las Grandes Ligas, una idea tomada de un equipo de ligas menores que lo había puesto en práctica el año anterior. El número en los pantalones fueron utilizados por primera vez por los Astros Houston desde 1975 a 1978. Los nombres en la espalda de los uniformes es algo relativamente reciente, 1960 por Bill Veeck para los Medias Blancas de Chicago, pensando principalmente para los juegos televisados y hoy prácticamente todos los equipos han adoptado esta práctica a excepción de los Yankees de New York.
Por cierto MLB no acepta que los equipos emitan números de tres dígitos para los uniformes. Aunque usted se encuentra con los números 00 y 0 utilizados por jugadores, recuerdo a Benito Santiago usando el número 09 en su uniforme por cuatro años con dos equipos y, para colmo los San Luis Brows utilizaron a un jugador de 3’7”, como emergente al bate y utilizo el número 1/8, extraño ?
Se ha pensado anteriormente en un sistema o justificación para la asignación de los números, bueno en primer lugar se utilizó el orden de bateo, por los Yankees, siempre obviando el 13, el supuesto número de la mala suerte, aunque es bueno aclarar que Alex Rodríguez abandono su número 3 después de 10 años para utilizar el 13 desde que llego al equipo en 2004 y estaba buscando que con su retiro del juego ese número formara parte de la historia de la franquicia, ya que no está retirado.
Pero veremos un grupo de venezolanos
como Omar Vizquel (21 temporadas), Ozzie Guillen (16), Edgar Alfonso (11) por
la influencia de su compatriota Dave Concepción quien lo utilizo por 19
temporadas, continuaron con la tradición.
Incluso el mismo Roberto Clemente llevo ese número en su temporada de
novato (1955) pero el primer jugador se atrevió en 1931 y lo abandono en la
próxima temporada.
Volviendo con un sistema de numeración, los jugadores iniciales serían 1-8, en funcion de su lugar en el orden ofensivo, el receptor de reserva seria el numero 9, y los los lanzadores usaría 10-14 (pero no 13, ya que es supersticioso). Más adelante el experimento pasó a los números por posición defensiva y es todavía en la década de 1930, cuando los Rojos de Cincinnati comenzaron a experimentar con sistemas de numeración estandarizados, por su posición. En 1939, introdujeron lo que sería el concepto de más larga duración, en el que los lanzadores llevaban los números entre el 30 y 49; los jardineros entre 20 y 29 ; los jugadores del cuadro entre 10 y 19, y receptores, los entrenadores y directivos en un solo dígito.
Sin embargo, el numero por posicion nunca fue una regla formal, y algunos clubes de la Liga Nacional -en particular , los Dodgers de Los Angeles- se resistio a la idea. El sistema fue abandonado poco a poco durante los años de 1970 y 1980.
Volviendo con un sistema de numeración, los jugadores iniciales serían 1-8, en funcion de su lugar en el orden ofensivo, el receptor de reserva seria el numero 9, y los los lanzadores usaría 10-14 (pero no 13, ya que es supersticioso). Más adelante el experimento pasó a los números por posición defensiva y es todavía en la década de 1930, cuando los Rojos de Cincinnati comenzaron a experimentar con sistemas de numeración estandarizados, por su posición. En 1939, introdujeron lo que sería el concepto de más larga duración, en el que los lanzadores llevaban los números entre el 30 y 49; los jardineros entre 20 y 29 ; los jugadores del cuadro entre 10 y 19, y receptores, los entrenadores y directivos en un solo dígito.
Sin embargo, el numero por posicion nunca fue una regla formal, y algunos clubes de la Liga Nacional -en particular , los Dodgers de Los Angeles- se resistio a la idea. El sistema fue abandonado poco a poco durante los años de 1970 y 1980.
Así que los equipos de hoy en día no asignan números basado
en cualquier sistema, Asi Asi Asi que los equipos de hoy en dia no asignan numeros basado en cualquier sistema, preferencias personales y si esto lo combinamos con los números
eliminados por estar retirados, el asunto se complica para tener un
procedimiento más que un reglamento. Sin embargo, algunas
tendencias se presentan con cierta regularidad: los jugadores del cuadro, especialmente los campo cortos
(ss) y los segundas bases, tienden a ser los jugadores que usar números de un
dígito. Aunque no es raro si nos encontramos con jardineros o receptores utilizándolo.
Después de analizar un extenso listado de los números de todos los jugadores en toda su historia desde su aparición he encontrado que los números más usados son 22,
26 y 27 . Ahora bien mi mayor sorpresa es ver los números que nunca han sido usados en una camiseta de grandes
Ligas son : 80, 86, 89, 90, 92 y 93 el porque de esos en particular? Asi que encontrarle sentido a unas respuestas tendriamos que volver de nuevo..... a leer este artículo.
Para finalizar he elaborado una grafica para ver si puedo entender o tener la percepcion general de como ha sido la
utilización de los números en los uniformes, los cambios bruscos en la línea cuando cambia el uso entre jugadores es interesante como la caida en la frecuencia, en los 85 años en la historia del beisból de las Grandes Ligas.